Cuando decÃa que debÃa haber sido corresponsal de guerra, lo decÃa de verdad, lo soñaba cada dÃa. Pero un dÃa por sorpresa, justo a continuación de mi particular camino de adoquines, me encontré con un puente, un cambio de dirección, una escalera, un acceso por detrás, una liana, una sábana anudada al dosel de mi cama que llegaba al jardÃn… me encontré con un desvÃo que dependiendo del dÃa lo imagino como una nube rosa teletransportadora o como un puente peligroso sobre un precipicio. Y ese
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Ni la mañana frÃa llena de sol ha podido con el ansia de correr hacia delante. Las preguntas reprimidas durante semanas golpean desde dentro haciendo vibrar el candado metálico que las detiene inseguro. ¿Qué vinimos a hacer aquÃ? ¿Qué llave perdimos entre las olas de acero y los truenos de claxon? Y de nuevo la misma impresión de muchos meses atrás, de muchos amaneceres inconscientes. Entonces recuerdo su roce suave y pienso que es lo mejor que tenemos y que mientras sea asÃ, seremos felices aunq