La educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía.
La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle
Pensar juntos el amor y la justicia es un desafío de la educación de hoy, para recuperar la capacidad de dejar huella, de volver a enlazar la palabra y la emoción.