La denominación antigua de la ciudad correspondía a la de la aldea otomí llamada Degnò o Iah – hiu; palabra, la primera, que los nahuatlacoso mexicas tradujeron a Amoles, o “raíz de jabón”.
El segundo nombre es de lengua Ñha – Ñhu (Con la que hablo, mi lengua materna). “Iah – Hiu”, significa: “pueblo que se asentó” o “lengua que se incrementa”.
A la llegada de los grupos españoles a la región, los mismos europeos fueron reorganizando a las antiguas aldeas en pueblos de indios, todo con el fin de lograr una explotación y la evangelización a la religión católica.