Es un libro con unos dibujos expresivos -donde predominan los tonos verdes y amarillos, signos de naturaleza y luz-. Agradará a los niños de unos 8 a 11 años, y puede ayudar a los adultos a indagar en las relaciones de los edificios y la naturaleza urbana. También es interesante para conocer la obra del arquitecto que ha proporcionado la semilla de este libro.
Muy recomendable.
Es una lectura ligera, si, pero con momentos a destacar. Como ya he dicho, una novela muy inglesa.