Era el cigarrillo. Te mira fumando, le disparan varias ráfagas y muere. Cae en lo que seguramente es un agujero, no una tumba, que seguramente ha tenido que excavar él mismo. La luz, el paisaje, te hace pensar en una muerte entre las flores mucho menos literaria y sí infinitamente más cruel.
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Sin embargo, el Comandante era mortal a su pesar.