Muros es un magnífico ejemplo de villa marinera y, sin duda, uno de los pueblos más hermosos de Galicia. Desde su fundación en el siglo X, la pesca y el marisqueo han sido su razón de ser, que recibió un enorme impulso en el siglo XIX con la implantación de numerosas factorías de salazón.
Ese esplendor, que le llevó a ser uno de los puertos más importantes de Galicia, tiene su reflejo en la gran cantidad de casas nobles y monumentos de interés que encontramos en su casco histórico. Se dice que Muros se nos muestra como un gigantesco balcón pétreo abierto al mar; y hay mucho de cierto ya que las viviendas marineras conservan una arquitectura homogénea y rotunda: bajos con enormes y robustos soportales en los que antiguamente se salaba el pescado y balcones corridos con barandillas de hierro f
Estas edificaciones góticas o barrocas se ven salpicadas por algún elemento modernista y también por las galerías acristaladas gallegas, confiriendo al conjunto un carácter típico de gran atractivo visual.